Centro de datos del España-Francia
Entre el recuerdo positivo de la Eurocopa para España y el afán de revancha de Francia por aquella semifinal, no hubo ni preámbulos. Directos al grano en este envite con el que conseguir el billete para la final de la Nations. Hubo alternativas y llegadas en esos primeros instantes, pero las mejores oportunidades fueron galas. Aunque Yamal y Williams amenazaban con espacios, fue Theo Hernández el que más cerca estuvo de cantar gol con un trallazo que se estrelló en la cruceta. Brutal el disparo.
La campeona de Europa no se amilanó, pero los de Deschamps salían impunes de la presión alta y dominaban la posesión. Y sin su juguete favorito, el balón, los españoles sufrían. Menos mal que De la Fuente se dio cuenta e hizo caso a Pedri de que se divierte más como organizador que como mediapunta. Intercambió roles con Mikel Merino y aquello fue como el amanecer rojo. Porque el juego viró y apareció Lamine Yamal. Tanto respeto le tienen que le dejaron ir ganando metros, los suficientes para meter un pasecito en el área que Oyarzabal, de espaldas como un auténtico 9 de los de antaño, aguantó ante el duro Konaté hasta que pudo ceder a Nico Williams, que fusiló a Maignan para hacer el 1-0.
Apenas tres minutos después, el propio Oyarzabal llevó a la máxima expresión aquello del 'toco y me voy' con Mikel Merino, que culminó el del Arsenal para marcar el 2-0. Efectividad enorme del combinado hispano que marcaría un tercero al filo del descanso, de Huijsen, anulado por fuera de juego de Zubimendi.
Pero entre ese segundo tanto y el que no subió al marcador pasaron 20 minutos en los que el héroe fue Unai Simón. Una cosa es un muro y otra lo que construyó bajo sus palos el capitán. A Doué le sacó dos, a Mbappé un mano a mano aún con empate, a Dembélé le negó en otras dos ocasiones el tanto. Y así se llegó al descanso, con la sensación de que aún habría que luchar, de que encajar un gol lo podría cambiar todo... pero que encaraba con una ventaja sustancial en el marcador.
Lamine Yamal, Balón de Oro, ¿no?
Todos los temores se apagaron tras reanudar el choque en cuanto Lamine Yamal provocó un penalti de Rabiot, que picó en el amago arrollándolo. El karma, Rabiot, el karma. El propio Lamine ejecutó con maestría la pena máxima para marcar el 3-0. Y sin tiempo de recuperarse del mazazo, España, por si acaso le daba al rival por levantarse, marcó el 4-0, con la firma de Pedri. Obviamente siendo él con la belleza de un control orientado de espaldas que le dejó solo para batir a Maignan.
La fiesta española en Stuttgart era total, pero el suflé se bajó un poco cuando Pedro Porro agarró a Mbappé dentro del área. El árbitro no dudó y el VAR le ratificó. El propio Kylian lo lanzó para poner el 4-1.
Se animó un poco Francia, pero el que de nuevo pidió protagonismo absoluto fue Yamal. Dejó en evidencia a Lenglet y a Maignan con un toque de puntera cayéndose para poner la manita en el marcador. Si este partido servía para eso del Balón de Oro, no puede haber ninguna duda.
La relajación, pecado capital
Con el partido ya decidido, o eso parecía con el 5-1, los de Deschamps mostraron su orgullo y siguieron buscando un milagro. Marcó Cherki con un disparo desde la frontal y recortó aún más con el 5-3 Vivian en propia meta en el minuto 83, lo que animó un poco el encuentro. Incluso ya en el añadido Kolo Muani consiguió poner el 5-4, catastrófico para España. Por fortuna, ya no se movió más el marcador y la Roja disputará la final de la Nations League ante Portugal el domingo 8 de junio a las 21 horas.

Jugador Flashscore del partido: Lamine Yamal (España).