Guiado por un infalible Jon Rahm, el equipo de Europa aumentó su ventaja frente a Estados Unidos a 8,5-3,5 tras la primera sesión del sábado en la Ryder Cup de golf en Nueva York.
El combinado visitante, que defiende el título logrado en 2023 en Roma, había comenzado la jornada con un marcador favorable de 5.5-2.5 en el campo de Bethpage Black, en Farmingdale (estado de Nueva York).
Europa mantuvo el ritmo al imponerse en tres de los cuatro partidos en formato de foursomes (rondas de tiros alternados) de la función matinal del sábado.
Con putts decisivos y golpes de lujo, especialmente en las manos de Rahm, los visitantes se blindaron de los intensos abucheos de la ruidosa multitud neoyorquina y siguen enfilados hacia su deseada primera victoria en territorio norteamericano desde 2012.
Las mismas parejas que obtuvieron un global de 3-1 en la primera sesión del viernes repitieron la puntuación el sábado frente a un desmoralizado equipo estadounidense, que vio como su líder, Scottie Scheffler, perdía por tercera vez en esta edición 45 de la Ryder Cup.
Rahm, en cambio, se mantuvo imbatido con otro triunfo junto al inglés Tyrrell Hatton por 3&2 frente a Xander Schauffele y Patrick Cantlay.
El español convirtió un espectacular chip de 15 metros, golpeando la pelota desde una hierba alta y con los pies sobre el búnker, para ganar el octavo hoyo y tomar una ventaja ya definitiva.
"Fue un momento increíble. Pero aún queda mucho golf por delante, así que no me dejé llevar demasiado", dijo Rahm, cuyo golpe de genio fue ovacionado por los espectadores.
"Hubo algo de suerte involucrada", reconoció Rahmbo. "Honestamente, solo estaba tratando de ponerla en el green, en algún lugar con la distancia correcta, y salió absolutamente perfecto".
El jugador vasco, campeón del Masters de Augusta de 2023, ya había ganado sus dos duelos del viernes y acumula un inmaculado registro de 8-0 en partidos en pareja jugados desde 2018 en la Ryder Cup, y de 5-0 junto a Hatton.
"Ciertamente es un buen compañero para jugar", le reconoció el inglés. "Saca algunos golpes increíbles en momentos muy especiales".
"Respétennos"
La otra figura europea, el norirlandés Rory McIlroy, y el inglés Tommy Fleetwood dieron cuenta de los locales Harris English y Collin Morikawa por 3&2.
McIlroy, vigente campeón del Masters de Augusta, hizo un llamado a la deportividad de los aficionados de Bethpage Black.
"No me importa que nos digan cosas. Eso se espera, es lo que significa una Ryder Cup fuera de casa", dijo el número dos mundial. "Pero cuando lo hacen mientras estás intentando dar tu golpe, eso es lo difícil".
"Entre golpes, díganme lo que quieran. Eso está totalmente bien. Pero respétennos lo suficiente como para dejarnos hacer golpes y darnos la misma oportunidad que tienen los estadounidenses", pidió.
En su turno, el escocés Robert MacIntyre y el noruego Viktor Hovland superaron por uno arriba a Scottie Scheffler y Russell Henley, número uno y tres de la clasificación mundial.
"Peleamos duro allí afuera. Los chicos contra los que jugamos simplemente lo hicieron genial", admitió Scheffler, que está muy lejos de mostrar el golf con el que este año ha ganado seis títulos, incluidos los del Campeonato de la PGA y el Abierto Británico.
El único triunfo local estuvo a cargo de Bryson DeChambeau y Cam Young sobre el inglés Matt Fitzpatrick y el sueco Ludvig Aberg por 4&2.
Como vigente campeón, al equipo europeo le basta con sumar 14 de los 28 puntos en juego para retener el trofeo el domingo mientras los estadounidenses tienen que llegar a 14,5.
Los locales lideran la rivalidad histórica con un balance de 27 victorias contra 15 derrotas, con dos empates, pero Europa lidera por 12-9, con una igualdad, desde que su equipo se expandió más allá de Reino Unido e Irlanda en 1979.