Jannik Sinner y los problemas físicos no son nada nuevo. El último episodio se produjo en Cincinnati, donde la final terminó tras sólo cinco juegos debido a su retirada. Una decisión dolorosa, tomada por respeto al público y por amor al juego, como explicó el propio número uno del mundo. Sin embargo, como decíamos, no es la primera vez que el fenómeno italiano se encuentra en situaciones incómodas.
En este sentido, el momento más duro probablemente siga siendo el Abierto de Australia 2023, aunque aquella vez el partido no acabó en derrota.
En octavos de final contra Holger Rune, el de San Candido estaba encorvado por el cansancio, con la cara oculta en una toalla y las manos temblorosas por el calor y los problemas estomacales.
Un breve descanso, un poco de agua y la intervención del fisioterapeuta bastaron; sin embargo, para que se recuperara y le llevaran a la victoria en el cuarto set.
Antecedentes
En Roland Garros 2022 hubo un contratiempo: contra Andrey Rublev, en octavos de final, fue su rodilla izquierda la que cedió, ya comprometida en la ronda anterior. Aquel día, el líder del ranking ATP tuvo que abandonar en mitad de la tercera manga.
El primer episodio se remonta a 2020: en Viena, contra el propio Rublev, tuvo que parar a los nueve minutos por una ampolla en el pie. Dos años después, en Miami, contra Cerundolo en cuartos, el guion se repitió: 22 minutos de juego y otra retirada, de nuevo por circunstancias similares.
El año 2022 fue especialmente desafortunado para el tirolés del sur. En las semifinales de Sofía, contra Holger Rune, una caída le hizo torcerse el tobillo derecho: se detuvo cuando su rival estaba cerca de la victoria. En 2023, en Halle, fue en cambio un problema muscular en la pierna izquierda lo que le obligó a abandonar su partido con Bublik en cuartos.
Abandonos
Además de los abandonos durante los partidos, también están los que se decidieron incluso antes de saltar a la pista. Madrid 2024, París-Bercy y Barcelona 2023, Indian Wells 2022: citas perdidas, muestras de un físico que, en ocasiones, pasa comprensiblemente factura.
La secuencia, sin embargo, no afecta al carácter del jugador. Cada vez que le ha ocurrido, Sinner volvió a empezar, convirtiendo los obstáculos en estímulos para volver con más fuerza. Y también esta vez, como en el pasado, el objetivo será levantarse y volver a ponerse en marcha, con la certeza de que su carrera está marcada no sólo por los éxitos, sino también por las batallas ganadas y perdidas contra su propio cuerpo.