Hay quienes aseguran que el nacionalismo que se vive en México no se vive en ninguna parte del mundo. Orgullosos de su historia, sus tradiciones y de su idiosincrasia, los habitantes de este país sienten un cariño difícil de explicar cuando hay un tema referente al país sobre la mesa.
Pocas cosas impulsan ese sentimiento nacionalista mexicano como lo hace el deporte. Pero entre ellos, el fútbol ha sido el más preponderante. La simpleza y las reglas básicas del juego más popular del mundo han hipnotizado a un país pasional enamorado hasta la médula de sí mismo.
Y aunque los equipos de liga doméstica han sido suficientes con el correr de los años para alimentar ese orgullo patriotero –muchas veces dañino y estéril al debate—, en realidad todo el peso del orgullo nacional cae, desde hace mucho tiempo, en los futbolistas, dueños de los sueños de tantos e ídolos de millones.
Sin embargo, aunque el futbolista profesional goza de la admiración cómoda y generalizada en el país, hay quienes se han alejado de esa zona de confort para hacer valer sus condiciones. Esa valentía, en tierra de pundonor y sacrificio, es valorada por sobre todas las cosas.
Por eso, cuando un futbolista mexicano ficha por un club europeo y disputa un partido con su nuevo club, todo el país apoya al unísono. Ver a un hijo de ese suelo amante del picante y las rancheras evoca directamente al sentido más profundo de la patria. Y si bien 71 futbolistas mexicanos han disputado al menos un partido en las principales ligas de Europa, estos son los que más han paralizado las emociones de más de 120 millones de habitantes.
Hugo Sánchez | Real Madrid
El que para muchos es el mejor futbolista mexicano de la historia nació el 11 de julio de 1958 en la Ciudad de México. Desde niño mostró una gran capacidad atlética y un gen competitivo innato. Aunque practicó gimnasia, la pelota terminó por cautivar todos sus sentidos. Canterano de Pumas de la UNAM, fue el artífice del primer título en la historia del club universitario en 1976, en su primera temporada como profesional. El ‘Niño de Oro’ demostraría pronto que la liga doméstica era poco para su mentalidad y en 1981 fichó por el Atlético de Madrid. Sus goles y empuje terminarían llamando la atención del otro quipo de la ciudad, el poderoso e icónico Real Madrid, club con el que firmó en 1985.
En la Casa Blanca, Hugo marcó una época y encendió, como nunca, el nacionalismo de sus paisanos que gritaron con pundonor los 208 goles que anotó en sus en seis temporadas. Miembro de la ‘Quinta del Buitre’, Hugo encabezó una de las varias épocas doradas del club merengue, con quien ganaría nueve títulos y cuatro pichichis.
Rafael Márquez | F.C. Barcelona
El oriundo de Zamora, Michoacán, es considerado uno de los mejores talentos generacionales en la historia del fútbol mexicano. Cuajado en la cantera eficaz del Atlas de Guadalajara, Rafael Márquez debutó en Primera en 1998 a los 17 años con el equipo rojinegro y desde ese instante se instante se afianzó como un inamovible en un equipo acostumbrado a jugar con jóvenes.
Su porte y calidad lo llevaron a la selección y con tan sólo 20 años disputó la Copa América de 1999 en Paraguay, donde su vida cambiaría para siempre. En el partido frente a Chile, diversos ojeadores del Monaco se disponían a observar al chileno Pablo Contreras. Al final del partido confirmaron que el central de Colo-Colo era lo que buscaban, pero también quedaron asombrados por el michoacano.
Rafa arribó a Mónaco con 20 años y se convirtió de inmediato en una de las joyas que el club francés iba a exportara a las principales ligas de Europa. Para suerte del michoacano, fue el F.C. Barcelona el club que valoró como nadie sus virtudes como futbolista. En 2003, Rafa arribó a Cataluña con todo el júbilo de México en sus espaldas.
En seis temporadas, Rafa se convirtió en un pilar de la defensa culé disputando 245 partidos oficiales, anotando 13 goles y obteniendo 15 títulos, entre ellos dos Champions League y un Mundial de Clubes.
Javier ‘Chicharito’ Hernández | Manchester United
Entre los mejores fichajes de un mexicano a un club de élite europeo, Javier Hernández Balcázar fue el único que lo hizo directo desde la liga mexicana. Chicharito, nieto e hijo de exfutbolistas profesionales, supo desde joven que el sacrificio y la disciplina iban a ser sus principales aliados para cumplir el sueño de ser profesional.
Canterano de Chivas, uno de los equipos más grandes del país, supo tragar frustraciones en su camino al máximo circuito y, luego de incluso pensar en el retiro tras no tener continuidad, se afianzó en el primer equipo donde su capacidad atlética marcó diferencia en el área. Tras una racha goleadora fúrica, y sin que nadie se lo esperara, Chicharito apareció en 2010 junto a Jorge Vergara, el dueño de Chivas, en pleno Old Trafford para anunciar su fichaje con el Manchester United. Con el ahinco de quien sabe que se vive una vez, Javier supo ganarse a la difícil hinchada de los Red Devils. Sin aspavientos y sin ninguna queja, aprovechó cada minuto en cancha mientras todo el país colapsaba de emoción por su culpa.
En tres temporadas, Chicharito anotó 59 goles y disputó como titular una final de Champions League en Wembley, frente al icónico F.C. Barcelona de Pep Guardiola. Y aunque después estuvo menos de un año en el Real Madrid, donde anotaría goles clave, su paso por el norte inglés sigue siendo su aporte más emblemático al delirio pasional mexicano.
Santiago Giménez | A.C. Milan
El canterano de Cruz Azul ha seguido un proceso ejemplar: debutó con el equipo de sus amores, quedó campeón tras una larga sequía y tomo camino rumbo a Europa a una liga emergente para acabar de formarse antes de dar el salto a una liga de élite en el viejo continente.
Pero, a pesar de ser hijo de un notable exfutbolistas como lo fue Christian Giménez, el ‘Bebote’ padeció momentos duros cuando le fue diagnosticada una trombosis en la vena subclavia con tan sólo 17 años. Obstinado a cumplir su destino y entregado a su fe, Santiago fue quemando etapas hasta llegar al Feyenoord de Países Bajos.
En Rotterdam, el cruzazulino no hizo más que aumentar su producción goleadora y su capacidad de aportar al juego colectivo de equipo. En dos temporada y media, Giménez anotó 65 goles y con tan sólo 23 años se convirtió en un delantero seguido por los grandes clubes europeos.
Y aunque su paso por Países Bajos fue seguido de cerca por la afición mexicana, su recién anunciado fichaje por el gigantesco A.C. Milán provocó un tsunami de júbilo en el país. En dos partidos, Giménez ya tiene una asistencia y un gol, mientras las redes sociales del equipo italiano se inundan con muestras de amor de millones de paisanos enamorados que lo desean ver triunfar.