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El Masters 1000 de París recupera el debate sobre la velocidad de las pistas

Zverev devuelve la bola
Zverev devuelve la bolaJULIEN DE ROSA / AFP / AFP / Profimedia

¿Es demasiado lenta o todavía puede serlo más? La velocidad de las pistas del Masters 1000 de tenis de París genera debate desde el principio de la semana, en esta primera edición desde la mudanza del torneo a un pabellón de la periferia de la ciudad.

Antes de que esta cita emblemática del calendario dejara su casa habitual de Bercy, en el centro de la ciudad a orillas del Sena, el director Cédric Pioline anunció ya que la superficie de 2025 sería "ligeramente" más lenta que la de 2024 para alinearse más con el Masters de final de temporada de Turín, que este año se disputa del 9 al 16 de noviembre.

El cambio no ha sido del agrado del defensor del título, el alemán Alexander Zverev.

"Antes estaba deseando disputar este torneo porque siempre tuve la impresión de que era uno de los más rápidos del año. Así era todavía el año pasado", estimó el número tres mundial.

Pero la resina sobre madera puesta este año sobre el césped sintético del Racing 92, el club de rugby residente en La Defense Arena, es "muy, muy lenta", estima el alemán, que el miércoles sufrió mucho en su entrada en liza en el torneo, rozando la eliminación ante el argentino Camilo Ugo Carabelli (49º del mundo).

"Cuando envías un golpe con potencia no te ves recompensado de verdad, la bola casi se detiene", insiste Zverev, que a principios de este mes ya lamentó en Shanghái la tendencia a uniformizar las características de las pistas de los torneos.

Como el eterno debate sobre la calidad de las bolas o el calendario sobrecargado, la velocidad de las pistas es un tema que los tenistas ponen a menudo encima de la mesa.

Capacidad de adaptación

El número uno mundial, Carlos Alcaraz, habló también de este tema y se mostró partidario de esta ralentización.

Con una pista menos rápida "se puede ver un tenis de verdad, que no se limita a un servicio o a saque y un resto", había celebrado el pasado sábado la estrella española, que nunca ha pasado de cuartos de final en el Masters 1000 de París.

Tres días después de esas palabras, Alcaraz perdía en su entrada en liza en esta edición, ante el británico Cameron Norrie (31º) en la segunda ronda.

"Habitualmente, cuando Carlos hace uno de los golpes de derecha que domina, su adversario está a la defensiva", comentó Sascha un día después de la eliminación de Alcaraz. Contra Norrie "no ha sido así", estimó el germano.

En septiembre, el legendario Roger Federer había abordado esta cuestión al criticar la uniformidad de la velocidad de las pistas.

"Hoy todos juegan de la misma manera porque la velocidad de las pistas y de las bolas son casi las mismas cada semana", había lamentado el ex número uno mundial, retirado del circuito desde 2022.

"Puedes ganar Roland Garros, Wimbledon y el US Open jugando de la misma manera", había añadido.

El estadounidense Ben Shelton subrayó que "la superficie es más lenta que en 2024" en París.

"Pero no me molesta para nada. Creo que eso es parte del circuito. Debes ser capaz de adaptarte de una semana a otra a bolas y pistas diferentes. Eso es lo que hace que el tenis sea más interesante", estimó este jugador zurdo de 23 años.

"Combinación de factores"

El director Pioline se defiende de las críticas recordando que fueron varios jugadores los que se quejaron de que las pistas del pabellón de Bercy eran demasiados rápidas en 2024.

En su opinión, la velocidad es fruto de "una combinación de factores" como la altitud, la marca de las bolas o la naturaleza del terreno sobre el cual se coloca la pista.

En su opinión, entre el inicio y el final del torneo habrá "una diferencia notable" por el efecto del uso, que hará que la pista "se alise y se acelere un poco".