El conjunto navarro va a terminar el 2025 con un total de 214 sesiones de entrenamiento, de las cuales 174 se han desarrollado a puerta abierta (ni más ni menos que el 81,31%). Las tres últimas serán en los días 29, 30 y 31 de diciembre, pero solo la que se llevará a cabo en Nochevieja tendrá echado el cerrojo a los aficionados en El Tajonar.
Es habitual en estas fechas, con los niños y las niñas disfrutando de vacaciones escolares, que los clubes permitan el acceso de público a las instalaciones en al menos una ocasión. Y lo que para casi todos es una excepción, algo que ocurre una o dos veces a lo largo del año, en Osasuna es algo de lo más habitual.
"Vamos a seguir la misma filosofía que se ha seguido hasta hoy. Generalmente, tendremos un entrenamiento a la semana a puerta cerrada y los demás van a ser a puerta abierta. Ya lo hacía en el Mirandés y me parece muy importante sentir a la afición. Que la afición pueda estar en el día a día con nosotros es importantísimo para mí", explicó Alessio Lisci a su llegada.
Esta era la dinámica dominante con Vicente Moreno, su predecesor, y el ex del Levante afirmó desde el primer momento que no tenía ninguna intención de cambiarla. El italiano, eso sí, introdujo la novedad de reservar, en algunas semanas, franjas de entre 20 y 30 minutos para trabajar, en la intimidad del cuerpo técnico y la plantilla, las acciones de estrategia.
