La tenista de 22 años sufrió un espasmo en la espalda en el Grand Prix de Estrasburgo a principios de esta semana, y había tenido un problema similar antes del Abierto de Australia de este año. Raducanu dijo que la punción seca y la terapia de calor le han ayudado a aliviarlo.
La británica alcanzó la segunda ronda en su última participación en Roland Garros hace tres años, antes de someterse a operaciones de muñeca y tobillo en 2023. La británica ha vuelto a meterse entre las 50 mejores del mundo, después de que el año pasado saliera de las 300 primeras.
"Me siento bien, me siento bien, aún no al 100%, pero estamos trabajando para ello. Todavía me quedan un par de días", declaró Raducanu a BBC Sport. "Diría que la anterior a Australia fue peor. Siento que ésta la he cogido antes de que se bloqueara del todo.
"Al principio del año me daban mucho miedo las agujas. Era mi mayor fobia... Desde entonces, me he sumergido en ellas porque sé que me ayudan, aunque me dan mucho miedo. Así es como he intentado controlarlo".
Durante la temporada de tierra batida, Raducanu alcanzó los octavos de final del Abierto de Italia, donde cayó ante la finalista Coco Gauff. Cayó en la segunda ronda del Abierto de Madrid ante la ucraniana Marta Kostyuk.