Novak Djokovic sigue buscando el título número 100 de su carrera. Como cabeza de serie número uno del torneo ATP 250 de Brisbane, tenía una gran oportunidad de conseguirlo esta semana en Australia. Y tras dos primeras rondas convincentes, sobre todo el jueves frente a Gaël Monfils, parecía estar en alza.
Pero este viernes no ha podido hacer nada contra Reilly Opelka. El estadounidense regresó a las pistas el pasado verano tras dos años sin jugar. Gran servidor, hizo llover una auténtica avalancha sobre el serbio ante un público atónito en Brisbane.
16 aces, el 77% de primeros saques y, sobre todo, mantuvo a Djokovic siempre alerta. Con una ráfaga de golpes ganadores de derecha, llevó al balcánico al tiebreak en la manga inaugural y ganó el partido mostrándose imparable en los puntos cruciales, rematando en su segundo punto de set, el primero con su servicio.
Después, tras salvar su único punto de ruptura del partido, quebró el saque de su oponente y resolvió el duelo con un contundente 6-7/6-8 y 3-6. Así, habría que remontarse a los libros de historia para ver al serbio perder ante un jugador de tan bajo rango (al menos en lo numérico). Opelka se enfrentará en semis a otra máquina de hacer aces: Mpetshi Perricard.