España, que remontó en septiembre ante Dinamarca una eliminatoria que tenía perdida, ha sido un ejemplo de superación. Y es que, en la eliminatoria disputada en Marbella, correspondiente a la segunda ronda, la selección nacional empezó con un 0-2 adverso.
Pero, pese a estar contra las cuerdas, los de David Ferrer tiraron de garra y corazón y remontaron. Pedro Martínez y Jaume Munar ganaron el dobles ante Holmgren e Inglidsen, Pedro Martínez venció a Holger Rune y Pablo Carreño se deshizo de Elmer Moller.
Sin Alcaraz ni Davidovich
Esa victoria valía un billete para la Final 8 que se disputaba en Bolonia (Italia) en noviembre. Para la cita que cerraba la temporada tenística, David Ferrer no contó con Alejandro Davidovich por decisión técnica. Días antes de la gran cita, Carlos Alcaraz se caía de la convocatoria por lesión, ya que sufría un edema en el isquiotibial.
El más difícil todavía. Pero Pablo Carreño, Jaume Munar, Pedro Martínez y Marcel Granollers estaban ahí. Y respondieron. A lo grande además.
La épica
En la eliminatoria de cuartos de final esperaba la República Checa. Todo se puso cuesta arriba cuando Mensik derrotó a Carreño (5-7 y 4-6). Pero España resurgió. Munar batió a Lehecka (6-3 y 6-4) y el dobles de Granollers y Pedro Martínez decidió el pase, superando a Machac y Mensik (7-6 y 7-6).
En semifinales esperaba la Alemania de Alexander Zverev, que además contaba con un gran dobles. Carreño empezó venciendo a Struff (6-4 y 7-6), pero después apareció Zverev para nivelar la eliminatoria ante Munar (6-7 y 6-7). De nuevo, el dobles dictó sentencia. Y ahí estaban dando solidez a la Armada Granollers y Pedro Martínez. El barcelonés y el valenciano superaron a Krawietz y Pütz 6-2, 3-6 y 6-3.
España estaba maravillando al mundo y volvía a una final por primera vez desde 2019. Enfrente estaba Italia, anfitriona y ganadora de las dos últimas ediciones, pese a que no contaba con sus dos primeros espadas. Ni Jannik Sinner ni Lorenzo Musetti estuvieron en la cita de Emilia-Romaña.
Berrettini se impuso a Carreño en el primer partido por 3-6 y 4-6. En el segundo encuentro, Munar tuvo un arranque espectacular superando a Cobolli por 6-1. Sin embargo, el italiano se recuperó y se llevó los dos sets siguientes por 7-6 y 7-5 dando a Italia la cuarta ensaladera de su historia, tercera consecutiva.
