Este martes, por ejemplo, ha tenido que suspender su entrenamiento después de apenas cinco minutos de peloteo. Sus sensaciones no eran nada buenas y ha considerado oportuno, junto a su equipo de trabajo, dejar la acción para irse a descansar.
Su próximo partido es este miércoles ante el ruso Andrey Rublev, algo que no parece correr peligro. Otra cosa es saber en qué condiciones afrontará ese encuentro. Y si eso afectará a su preparación de cara a su participación en las Finales de la Copa Davis.
De momento continuará tomando antibióticos y seguirá siendo vigilado por su médico, presente en tierras italianas.