En un emocionante duelo, Sinner se llevó los dos primeros sets y dispuso de tres bolas de partido en el cuarto, pero Alcaraz perseveró para imponerse por 4-6 6-7(4) 6-4 7-6(3) 7-6(2) en cinco horas y 29 minutos, la final más larga de la historia del Abierto de Francia.
Al preguntársele si había pensado en los puntos del campeonato que no pudo convertir, Sinner reconoció a los periodistas el sábado que "a menudo. Son cosas que pasan. No sé cómo se verá en el futuro. Creo que no es lo más importante, pero no obstante intento olvidar las cosas negativas y ver qué puedo hacer aquí en Halle".
Con esa mentalidad, el tirolés considera que jugar ya otro torneo "es positivo, porque cada partido es un nuevo comienzo, y debo estar mentalmente preparado para darlo todo en la pista. Por lo tanto, es estupendo que pueda estar aquí en Halle. Sí, ya he pasado algunas noches en vela, pero creo que cada día va mejor".
El italiano es el vigente campeón de Halle y tratará de defender su corona en el torneo, que comienza el lunes, mientras se prepara para Wimbledon, que se celebrará del 30 de junio al 13 de julio en el All England Lawn Tennis Club.
"La primera sesión de entrenamiento estuvo bien. No había jugado desde París, así que mis sensaciones generales en la pista no eran tan perfectas", dijo Sinner.
"Creo que un buen jugador de hierba debe moverse bien. La pelota puede botar un poco rara debido a la hierba, y hay que servir con inteligencia. Pero en general, es una superficie en la que di un paso adelante el año pasado y veremos cómo me va este año".
Para adaptarse mejor, Sinner jugará en Halle también en dobles junto a su compatriota Lorenzo Sonego.