Quedan menos de 50 días para el Mutua Madrid Open, una de las citas más esperadas del calendario tenístico, tanto por las mejores raquetas de los circuitos ATP y WTA, como por los aficionados. Una espera que, a buen seguro, se verá recompensada con duelos del máximo nivel.
En el cuadro masculino contamos con el recuerdo de un 2024 algo descafeinado en el que Andrey Rublev doblegó en la final a Félix Auger-Aliassime tras una magnífica remontada (4-6, 7-5, 7-5). Carlos Alcaraz vio frustrada su oportunidad de convertirse en el primer tricampeón a causa de llegar bajo de forma por unos problemas físicos experimentados pocas semanas antes de la cita y el ahora sancionado Jannik Sinner se retiró por unos presuntos problemas de cadera.
Este año, cabe esperar que Carlitos, que ya sabe lo que es levantar un trofeo en 2025 (Rotterdam), regrese con todas sus fuerzas para tratar de volver a conquistar la Manolo Santana, como hizo durante los certámenes de 2022 y 2023.
Miradas puestas en Badosa
Sí que tuvo una final entre dos colosos en 2024 el cuadro femenino. Iga Swiatek impidió que Aryna Sabalenka revalidara el título en una despiadada batalla resuelta en tres vibrantes mangas (7-5, 4-6, 7-6(7)) tras más de tres horas de juego.
Ahora, el público madrileño llega a la nueva edición con la ilusión de ver ganar por fin a una tenista española. Las esperanzas están puestas en una Paula Badosa renacida tras superar sus problemas físicos y que el pasado mes de enero se alcanzó en Australia sus primeras semifinales de Grand Slam.
Además, la central de la Caja Mágica espera vivir nuevamente éxitos en la modalidad de dobles, como sucedió en 2024 con Cristina Bucsa y Sara Sorribes, que barrieron 6-0, 6-2 a la checa Barbora Krejčíková y la alemana Laura Siegemund en la final.