Novak Djokovic (37) se ha referido, en una entrevista con GQ, a su relación con los otros dos miembros del denominado Big Three, Roger Federer y Rafa Nadal : "Es una especie de relación con altibajos, para ser honesto. Siempre intento ser respetuoso y amistoso con ellos fuera de la pista. Pero al principio no tuve esa aceptación, porque entré a la pista diciendo y demostrando que tenía confianza en que quería ganar. Y no creo que eso les gustara mucho al principio".
Y fue más allá. "Me gustaría tomarme una copa o dos con ellos y hablar abiertamente de las cosas que les molestan de mí. O viceversa, lo que sea. Digámoslo todo. Y creo que me encantaría aprender de ellos y entender en qué pensaban, cómo manejaban ciertas situaciones en la cancha, cómo llevaban la presión del mundo cuando estaban en la cima".
Nadal, el más intimidante
El tenista de Belgrado tiene claro a la hora de hablar del mallorquín: "Nadal era el más intimidante, sin duda. Roger también tenía un aura enorme, por supuesto. Y antes de jugar contra él, lo sentías. Pero él lo hacía con más gracia, supongo. Me refiero a Nadal, porque todos compartimos vestuarios, así que ves a los jugadores calentando y demás. Antes de jugar contra él, ya lo sentías... Quiere hacer sentir su presencia. ¿Sabes? Físicamente. Estoy saltando. Estoy listo para una batalla. Voy a ser físico contigo desde el principio. Desde el primer momento, vas a escuchar mis gruñidos. Eso es muy intimidante para muchos jugadores".
Ni provacunas ni antivacunas
Djokovic también se refirió a la polémica causada por su exclusión del Open de Australia por negarse a vacunarse de la COVID-19. "No soy provacunas. No soy antivacunas. Estoy a favor de la libertad de elegir lo que es correcto para ti y para tu cuerpo. Fue algo político. En realidad, no tenía nada que ver con la vacuna ni con el Covid ni con nada. Fue simplemente político. Los políticos no podían soportar que yo estuviera allí. Creo que para ellos era menos perjudicial deportarme que mantenerme allí".