La sexta cabeza de serie, de Kazajstán, demostró su pedigrí al manejar a la australiana de 16 años, número uno mundial junior, por todas partes del Margaret Court Arena.
Rybakina logró 11 saques directos y 26 golpes ganadores en sólo 53 minutos, poniendo fin a la primera participación de la joven australiana en un Grand Slam.
"Tiene un gran futuro y muchos años más en el circuito, pero estoy muy contenta con mi actuación", declaró Rybakina, que perdió la final contra Aryna Sabalenka hace dos años.
Jones, que estudia en la Academia Nacional de Tenis de Queensland, es una jugadora muy valorada en Australia y está llamada a seguir los pasos de Ash Barty, ex campeona en Melbourne Park.
Con 5-1 en contra, Jones dejó entrever su talento cuando logró tres puntos de ruptura, pero Rybakina se abrió camino hacia el primer set con cuatro aces consecutivos y una derecha ganadora.
Rybakina admitió que había tenido que hacer los deberes sobre Jones.
"He visto algunos de sus partidos", explicó. "Me costó un par de partidos acostumbrarme a cómo golpea la pelota".
Rybakina suscitó polémica antes del torneo cuando quiso volver a incorporar a su equipo al ex entrenador Stefano Vukov para el primer Grand Slam del año.
El croata, que ayudó a Rybakina a ganar Wimbledon en 2022, está suspendido provisionalmente por la WTA tras haber sido acusado de emplear un comportamiento duro y abusivo con las jugadoras.
Él niega haber cometido ningún delito y Rybakina dijo que Vukov nunca la había maltratado.