Casemiro (31) recibe fuertes críticas por su actuación en el empate entre Brasil y Venezuela, referente a la tercera jornada de las eliminatorias sudamericanas. Raphael Varane ya no es uno de los fijos en el sistema de Erik Ten Hag: Lisandro Martínez y Lindelof integran la zaga de los ‘diablos rojos’ mientras que el francés, señalado en las caídas de los británicos ante el Bayern y el Galatasaray en la fase de grupos de la Champions, solo ha disputado 5 partidos en lo que va de la temporada.
Fernando Diniz, seleccionador de Brasil, aseguró que Casemiro dejó el campo porque “había recibido un golpe en el tobillo”. Días atrás, se retiró expulsado de la derrota del United ante el Galatasaray al derribar a un rival en el área, generando un penalti.
Gary Neville, hace unos meses, aseguró que el fichaje de Casemiro “no era inteligente”. El brasileño, desde su perspectiva, cumple en periodos a corto plazo. A largo, su condición física puede exponer debilidades.
"No es un fichaje inteligente cuando lo miras desde una perspectiva más grande. Siento que Ten Hag no va a querer fichar jugadores caros y de alto perfil y que prefiere jugadores jóvenes con hambre de títulos. Sin embargo, hay que reconocer que Casemiro es un buen jugador y está teniendo un impacto brutal en el corto plazo", aseguró el antiguo defensor del club.
Dudas respecto a Varane
Si en el lado de Casemiro llueven dudas, en el bando de Varane no escampa. El francés no ha encontrado su máximo rendimiento en la Premier. Durante su primera temporada, disputó 29 partidos. Se ausentó una gran parte del curso por problemas físicos y marcó un gol. En la segunda, participó en 34 encuentros y no vio portería.
Paul Scholes, un histórico del equipo, no ocultó sus dudas respecto a Raphael Varane: “Me preocupa un poco Varane, ha sido uno de los mejores defensores del Real Madrid. Simplemente pienso que sus piernas parecen lentas, no puede mantenerse en forma. Me preocupo por él”.
En el Madrid, Casemiro y Varane eran indiscutibles. En el United, en cambio, son un sinónimo de incógnitas que no se han despejado aun. La prensa empieza a presionar. Los aficionados solicitan refuerzos y las directivas, con una calma contradictoria, esperan que Ten Hag, con una plantilla corta, vuelva a hacer un milagro y clasifique para una competición europea.